1. Despójate de todo prejuicio. El bien y el mal ya no existen. Se quedaron atrás, en el aeropuerto desde donde partiste tu viaje.
2. Atrévete a enamorarte de cada lugar. Confía y déjate envolver por cada detalle de ese nuevo lugar que pisas. Deslúmbrate como un niño con sus detalles. Entrégate a las novedades que pueda ofrecerte el nuevo destino.
3. Deja los miedos a lo desconocido (en lo personal, lo que más me ha costado).
4. Entiende que, gran parte de las veces, lo que dejas atrás te estará esperando de la misma forma como lo dejaste; los cariños verdaderos y las amistades no se pierden con el tiempo, se fortalecen.
5. Deja de lado la preocupación por lo material.
6. DISFRUTA cada segundo del presente.
7. Confía en ti mismo.
8. Prueba todo lo que te ofrezcan. Di que sí a cada aventura. (pero con una alta dosis de autocuidado e intuición).
9. Respeta las costumbres, tradiciones y cultura local.
10. No compares nada con lo conocido (ni con tu país, ni con tus costumbres, etc. Muy difícil también).
